Un sueño hecho realidad en la Costa Brava
Felices de enseñaros el resultado de una de las bodas más especiales de esta temporada. Una boda méxico-catalana con invitados internacionales, muchos de ellos, procedentes de México.
Teníamos uno de los mayores retos ante nosotros: Transformar una preciosa finca familiar situada en la Costa Brava -Cala Estreta-, en donde la orografía presentaba grandes desniveles que dificultaban el montaje.
Fue una compleja construcción arquitectónica de dos semanas de montaje, con una carpa de 500m2, una plataforma en diferentes niveles, y todo ello buscando la máxima integración con la vegetación existente y combinándolo con una exquisita decoración, iluminación, sonido y proyección. El resultado fue una gran puesta en escena. Para ello, fueron necesarias más de 80 personas, 250 macetas de flor y verdes, y una tarima de 1.200 m2.
Se necesitó un amplio desarrollo de arte floral, con diferentes centros de mesas, alturas, bajos alargados, que dieron mucho movimiento a la zona comedor. En general, la idea era mimetizarnos con el entorno natural salvaje, para lo que fue necesario hacer uso de materiales nobles y mucho verde.
Para dotar al espacio de la carpa de cierta profundidad recreamos una fotografía real con vegetación natural. En la pista de baile se trabajó especialmente el diseño de luces y una proyección de maping en el momento del baile de los novios. Sin duda, un momentazo. Otro de los momentos álgidos fue la proyección virtual de fuegos artificiales sobre los árboles existentes, ante la imposibilidad de hacer fuegos reales debido al riesgo de incendio. El resultado fue asombroso.
El aperitivo se realizó en un mirador privilegiado de Cala Estreta para el qué se recreó un ambiente minimalista acorde al lugar, con alfombras de fibra natural, y múltiples jardineras con flor blanca.
- Catering: Jubany
- Material mesa: Options
- Fotógrafo montaje: María Missaglia
- Fotógrafo evento: Raquel Benito
- Video: A & Y
- Colaboración especial: Menorca Events
- Proyecto: Toni Seguí Barcelona