Una boda romántica para una diseñadora de gran futuro
Convertir la sobriedad de las cavas Codorníu en un jardín encantado fue nuestra misión en la boda de la diseñadora de vestidos de novia y trajes, Cristina Tamborero. De esta boda surgió una gran amistad y admiración mutua entre la diseñadora y Toni.
Destacamos en este montaje, el mural floral de la trasera de los novios que se convirtió en el fotocall inesperado de la boda.
Otro de los hallazgos de la decoración de la boda fue la cobertura de los extremos de la sala con un mural con amarilis en la que creamos una sensación de flor flotando con un resultado embriagador.